Dejé para esta supuesta última entrega del dormir, los sueños románticos... nada de rollos, este asunto realmente fue a veces de pelos...
Soñé por vez primera con casarme muy niña, tipo 13 ó 14 años, obvio con el amor de esa época, pero las cosas salían... uy... de partida, era un matrimonio civil, sin el glamour de una ceremonia religiosa, igual me vi con un vestido de tul celeste...
Para empezar mal las cosas, llegué yo primero que el novio al Registro Civil, preguntándome dónde estaría apareció en zoom la imagen de que el perla había salido a trotar y el compromiso se le había olvidado... así como estaba llegó, y previo pago del servicio inició ceremonia...
La cosa era bastante heterodoxa, de partida todo iniciaba con una especie de test de valentía, donde intervenían unos animales con dientes filosos, luego vino el sermón y la firma del libro en la oscuridad total, hasta el momento en que al fin vi mi firma y sueñito acabó...
Ese fue el primero de muchos, obviamente galán de turno desapareció, con tamaño sueño no daba para más la cosa, los siguientes sueños fueron una suerte de repeticiones del terrible hecho que:
1. No sabía con quién me estaba casando ( nada de nada, ni nombres, ni imagen, en cero total )
2. El arrepentimiento grande producto del punto 1
3. La urgencia de terminar con el compromiso pero YA.
Como consecuencia de estos equívocos me vi en muchos escenarios bien lejanos de la paz de un altar, recuerdo que escapé en un bus interurbano que iba en loca carrera, me metí al metro ( a las líneas en construcción ), y así muchas locuras... así con vestidito y velo y todo... jajjajajajajajjajajajaa
Bueno, espero la interpretación de algún buen y samaritano sicólogo, termino diciendo que este temita de los matrimonios de locura terminó hace añitos eso sí, pero fueron tan de locura que no podía dejar de mencionarlos... por la causa... jajajajajajajajajjaa
Un saludo grande para todos lo que pasen por acá, especialmente mis blog amigos.