
El día 14 de febrero es la celebración del día del amor. Pero no del amor como concepto en su totalidad, sino solamente el amor de pareja, cosa que es bien válida, pero no siempre justa.
Mucho tiempo sufrí por esta fecha, pork estar soltera o con una situación amorosa irregular ( no voy a explicar más este término ) es casi una desgracia en este día... pero k le pasó a X, hoy con kién va a celebrar, llamaré o no a W, y así tantas complicaciones...
Supongo k para matar el lado B de ese día, para transformar toda su carga en algo digno de recordar, decidimos casarnos ese día. Los preparativos comenzaron desde abril del año anterior, la verdad esk en nuestra patria es complicado casarse sin planificar todo con bastante anticipación. Como todo fue bien preparado, no hubo casi sobresaltos, aquel día ( a pesar de k me falló quien haría de mi ayudante ) no estuve nerviosa, incluso tuve tiempo para gozar el momento, ver las caras, sentirme bella, hacer lo k tenía k hacer con todos mis sentidos y con el buen Señor de compañía.
Llegado el momento de la fiesta y en ausencia de ayudante, decidimos festejar. Sin preocupaciones, confiando en las cosas k ya habíamos preparado, bailando, riéndonos, comiendo... trocando las tristezas en alegrías.
Este día celebramos un nuevo aniversario. Nos acordamos de varios momentos, de los últimos preparativos, pero principalmente, del sentimiento k nos unió. Un amor k ha cambiado, pork ha crecido, ha madurado y ha dado frutos, nos ha enrikecido al aceptar y combinar nuestras virtudes y defectos. Un amor k no muere a pesar de los problemas, k vive como en una dimensión paralela, k comprende y perdona sin pedir consejo al raciocinio, k da lecciones de vida al mostrar cada cosa en su justo valor, y k se pone por sobre todo evento.
El amor de pareja es una bendición, algo hermoso, k otorga al espíritu la plenitud de la felicidad. Es un camino. Y se recorre tomados de la mano.