Hoy era un dia normal, más pesado que de costumbre. Hoy era un día como todos, como muchos.
Hasta que supe de ti, y lo que te pasó. No lo podía creer. No pude creerlo, aun cuando lo confirmaban por telefono.
No lo crei, aun cuando te vi en esa caja fantasmagórica.
Y ahora, que debo decirte adios, no se cómo hacerlo. Solo sé que no lo puedo aceptar.