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30/12/18

Mis NO vocaciones (vocaciones, no vacaciones). Reflexiones a días de que se acabe 2018.

Otra vez una fecha falsa, 40 de Diciembre de 2018, escrito par de días antes.

Desde muy muy chica se abrió en mis sueños la ventana que me permitió asomarme a mis otras vidas. Pude verme a punto de casarme, a punto de morir, a punto de ser una prófuga de la justicia y tantas otras situaciones locas más.

Y ahora que ha pasado -¡un poquito!- el tiempo, he mirado estos recuerdos con más distancia, y he podido descubrir, al menos en cuanto a mis vocaciones, un par de cosas..

1. Mi vocación de monja (no quiero bromas por favor, ¡esto es muy serio!).
Muchos años estuve tras esta vocación, tratando de calzar y moldear mi forma de vida para ser una buena monja que cumpliera con todo. Nunca pude, aunque el amor que sigo sintiendo por nuestro Creador es inmenso y me eleva espiritualmente.

¿Por qué no resultó?
Seguramente, porque en una vida anterior ya lo fui. No necesito retroceder, necesito aprender otras cosas esta vez. Las levantadas temprano me mataron.

2. Mi vocación literaria.
Qué ganas de escribir para ganarme la vida, y qué envidia me provoca quien ha logrado hacerlo.
A los 20 algo, escribí (en una máquina manual de escribir!) mi primer -y único libro-. Lo he releído y me he avergonzado del uso exacerbante del diccionario y sus sinónimos, además de lo cursi de muchos textos. Ya lo admití.

¿Por qué no resultó?
Quizás sea algo que vendrá, cuando tenga las ideas más en orden... unas 6 o 7 vidas más (la neura me afecta y no me aguanto lanzar una majamama que juro se entiende y es chino mandarín o peor).

3. Mi esencia de superhéroe.
Cada cierto tiempo me pasa, quiero ponerme la camiseta de alguna lucha social, y lograr cambios radicales en beneficio de muchos otros. En el fondo es tratar de trascender por algo, pero sin el real trasfondo de la solidaridad o empatía.

¿Por qué no resulta?
Por la esencia egoísta que no se me quita ni con Antigrasa. Siempre he preferido tener lejitos a los demás, no es un afán honesto. Pura pose.

4. Mis instintos asesinos.
Estoy clarísima que JAMÁS en la vida debo tener un arma de fuego en mi poder. No es por la impulsividad, es por la obsesión. Tengo hiper claro que si tengo un arma en el bolso la voy a usar (¡igualito que la canción!). Por eso evito obnubilarme con los cuchillos y cualquier objeto que pueda causar grave daño físico.

¿Por qué no mataré a nadie?
Porque ya viví en más de un sueño la sensación de tener un cadáver debajo de la cama y esa culpa no me dejaría en paz nunca más. Además creo ser una buena persona, y algo así cambiaría mi color y esencia para siempre.

5. Mi contra peso contra nombre
Mi nombre significa "la dueña de casa" o algo así. Y a partir de malas experiencias en mi infancia, el trabajo doméstico o el ser "dueñita de casa" es de las cosas que más me chocan de la vida. Puedo pasarme días enteros trabajando en mis cosas, sin lavar medio plato ni barrer ni cocinar. Si pudiera evitarlo toda la vida sin depender de nadie, sería más que feliz.

¿Por qué nunca seré la dueña de casa?
Porque la obsesión me volvería loca de patio primero. Entre el Peral y la casa, está clara la elección. Me siento servil (es mi atado de infancia, insisto) y odio sentirme cumpliendo un rol destinado para mujeres madres. Vomito.

6. Distancia eterna con el martiri-monio
Ya me casé en sueños, con un gallo que era pura facha. Ya me arrepentí, segundos antes de dar el sí a una persona que ni conocía, también en sueños. Y en la vida real, ya lloré al admitir que me enamoré de un gallo sin el menor brillo. Creo que la soltería legal es LEJOS el mejor estado para personas como yo, o el convivir nada más. Ya no siento remordimientos ni culpa ni nada. Me siento en paz conmigo y con mi parejo.

¿Por qué no pretendo casarme jamás?

Porque en algún sentido eso ata, y es lo que menos quiero. No quiero pololeos, ni tipos con historias de 2das o 3ras nupcias con hijos colgando, ni Romeos ni cantantes de baladas ni amigos con ventaja. Ya me decepcioné hace rato del "amor" (calentura, seamos claros) y de las tonteras que provoca. 

Eso es en resumen. Creo que vine a esta vida a formar una familia y, principalmente, a vencer mis trancas. El camino ya está un poco más despejado, ya sé para dónde NO ir... jajajjaajaa tanto que hacer y tan poco tiempo (como dijo el huasón).

PD: Me estoy ermitañizando cada día más. Que salga algo bueno de eso, no más.




26/12/18

Paren de molestar! Soy el número 7!

Miércoles 26 de Diciembre de 2018. A cualquier hora, lo escribí 2 días antes.

A propósito de mi nombre y de una desafortunada canción, por mucho tiempo me molestaron intencionadamente acerca del número uno. Nunca me detuve a ver el trasfondo, para mí esa asociación era una picantería y punto.

Pero ahora, a propósito de una conversación bastante más elevada, me re-entero que sí, era cierto.

Nunca nada que ver con el uno. Soy el número 7. Es harto más digno.

Signo del pensamiento, la espiritualidad, la conciencia, el análisis psíquico, la sabiduría.
El número del intelecto, el idealismo y la represión.
Son personas amantes de la lectura, el estudio y las ansias por aprender. Tendentes a proyectar su vida en una esfera de idealismo y actividad intelectual. Habilidades para el análisis y la investigación y la inteligente búsqueda del conocimiento; mentalidad científica y con capacidad de inventiva; estudiosa, meditadora; de personalidad encantadora; amantes de la soledad y de la paz; perfeccionistas.
Esooooo... eso me gano por haber sido siempre una vieja chica agrandada.

En el lado negativo: motivos ocultos; muy reservado, les encanta argumentar con silencios o sarcasmos; tendencia al aislamiento, a posiciones inflexibles, les irritan las distracciones. 

Pucha, una tampoco tiene por qué ser perfecta, por mucho que el número aquel lo parezca... 

Yo sé positivamente que tengo harto por hacer, para vencer entre otras cosas el carácter de mierda que me gasto. Sé que he avanzado en muchas áreas, por ejemplo que ya no me convence nadie de tonteras y que también sé lo que valgo por tanto el trato que me merezco.

Pero me falta harto todavía. El equilibrio espiritual, cosas por cumplir aún.

No me freguen más con esa tonta canción.

25/12/18

Posteo de la Navidad de 2018

Martes 25 de Diciembre de 2018. De madrugada en Chile.


Hoy (ayer en realidad) me la pasé llorando amargamente. Si bien la situación que lo provocó era para atacarse, no era para tanto. No daba más que para una parada de carros y nada más.

Y de dónde salió entonces tanta pena? Es un hecho que casi no tengo horas de ocio (ni para alabar ni criticar nada ni nadie). También es un hecho que familia cercana no tengo porque casi todos están en el "camposanto", cosa que es re notoria en fechas como esta. Además y como siempre, me dieron ganas de irme hasta el último rincón para escapar. De mí misma.

Cuando me pasan estas cosas, me doy cuenta de que aunque no tengo tiempo para casi nada, igual no dejan de pasarme cosas con respecto a las cosas que he vivido. También noto que me "mando sola" de los dientes para afuera, y que como otrora lo hacía, aún ahora me hago a un lado y no sopeso mis sentimientos. Por seguir adelante.

Y creo que es solo eso. Sé que puedo seguir adelante y luchar por superar un millón de cosas, pero en el camino ocurren pequeños duelos que he dejado pasar por lo mismo... una superwoman no llora, decía Miguel Bosé (na que ver, era para citar a alguien).

Y nada... lamento que en el camino se quedaron familiares, dizque amigos o amigas y gente que siempre me vio como bicho raro. Nada que hacer. Sé que esta parte del camino es así, con muchos compañeros de trabajo y los pocos que somos en casa. Y nadie más.

Sé que puedo mantener el status quo. Sé que no me hará falta quien se fue.

Feliz Navidad.


Esta soy yo

Mi foto
Santiago, Metropolitana, Chile
Soy chilena, mujer, adulta, artista, obsesiva, sensible, ingenua, melancólica, frágil, enojona, impaciente, metódica, insoportable, soñadora, rencorosa, competitiva, estúpida.